Inicia un año nuevo, en el cual todos buscamos ser la mejor versión de nosotros mismos,
Nos planteamos propósitos que esperamos cumplirlos, aunque no siempre sea así.
Pero esto nos da una motivación para iniciar el año y por ello es importante tenerlos.
Aprendemos año con año que es bueno tener metas y luchar por ellas.
Al finalizar de cada año nos queda la satisfacción de haberlos cumplido y los que no, siempre los podemos anotar de nuevo en la lista, cada año llega con una nueva oportunidad de hacerlos realidad.
Entre mas realistas sean nuestros propósitos, más fácil será cumplirlos y más si nos harán ser mejor persona, estar mas sanos, tener mejores hábitos, mejorar nuestra relación con los demás, prepararnos más profesionalmente, etc.
Sean cuales sean es importante cumplirlos.
Hay que hacer un repaso mental de todo lo vivido el año, las cosas que nos gustaron y las cosas que no, así como las cosas que se podrían mejorar, y luego imaginar como seria nuestra vida si hacemos algunas mejoras en ella.
Necesitamos ese tiempo de reflexión, aprender de las vivencias, aprovechar la experiencia, replantear nuestras prioridades y fijarnos nuevos retos.
Suele ser un poco desalentador cuando recordamos que no cumplimos las metas del año anterior, porque es más fácil la vida cuando no perseguimos ninguna meta, pero todo lo bueno siempre requiere esfuerzo, y la recompensa por haberlo al menos intentado o en el mejor de los casos logrado es increíblemente buena.
Por más difícil que parezca si puedes cambiar tus hábitos, y con ello tu vida, si se puede abandonar el pasado para crear un mejor futuro.
Para empezar cuando te lo propones, aun mejor si lo haces por escrito, tu cerebro ya se está programando para hacerlo realidad, y cuanto más tiempo le dediques a reflexionar y a elaborar planes y estrategias para lograrlo tu cerebro ya estará en el proceso de hacer realidad.
Tu cerebro es el aliado más importante para que todo que te propongas suceda.
No se lo dejes todo a la fuerza de voluntad, no es una lucha constante, al contrario, tienes que involucrar emociones positivas a los nuevos hábitos y a verte como si ya fueran parte de tu vida.
Crea un ambiente positivo, rodéate de gente que te aliente a cumplir tus propósitos y aléjate de los detractores.
Te mencionaba antes que escribas tus propósitos, pero en papel, a mano.
Vas a escribir de un lado los pensamientos negativos que tienes sobre ti, por ejemplo: no soy capaz de comer sano y del otro escribe su opuesto, por ejemplo: encontraré una manera fácil y práctica de comer sano.
Una vez que hayas terminado, lee esa lista, pero enfocándote en lo positivo, tu vida puede cambiar si así lo seas.
Haciendo esa lista ya estas aumentando la probabilidad de lograr todo lo anotado.
Cuando un pensamiento negativo entre a tu mente intenta ignorarlo, no darle importancia, la energía que gastamos en sobre pensar y visualizar escenarios negativos tenemos que utilizarla en pensar de manera positiva, de lo contrario solo nos estaremos alejando de nuestros objetivos.
Hay cosas que no podemos controlar, como lo que hacen los demás o lo que ya pasó, pero lo que si podemos controlar es como reaccionamos ante lo que nos pasa en el aquí y en el ahora, crea nuevas oportunidades para el futuro centrándote únicamente en lo que puedes controlar hoy, recuerda que ahí es donde el futuro comienza.
Tendrás mas apoyo aun si tienes un horario para las actividades que te llevarán a cumplir tus propósitos, al tener esa organización lograras que se conviertan en una rutina, y la rutina en un hábito.
Comparte tus propósitos con tus seres más queridos y cercanos, esto te ayudará a que no te alejen de ellos, por ejemplo: si saben que estás intentando comer más sano, se abstendrán a invitarte a comer a un lugar de comida rápida, incluso pueden planear hacer ejercicio juntos, lo importante es que lo sepan y seguro te apoyaran en la medida de posible.
Es importante que vayas celebrando cada paso por más pequeño que sea, porque cada paso te estará acercando al objetivo, disfruta y se feliz con el progreso, no solo se trata de hacerlo cuando lo hayas logrado.
Igual de importante es irte recompensando por haber pasado de nivel, no pierdas de vista la meta final, pero es importante sentirte orgulloso de los pequeños pasos.
Tú mismo eres tú prioridad, nunca te antepongas a nada ni a nadie, duerme siempre 8 horas diarias, come saludable, haz ejercicio, estar bien físicamente te ayudará a cumplir tus objetivos, sean cuales sean.
A veces perdemos tiempo tratando de complacer a los demás, es bueno decir no cuando es algo que nos aleje de lo que queremos lograr, nunca pierdas de vista tu objetivo.
En el camino por cumplir nuestros propósitos, nos podemos equivocar, no te desesperes, está permitido caer siempre y cuando te vuelvas a levantar, aprende lo que te hizo caer y sigue adelante, sigue avanzando.
Tampoco quieras cumplir todos los objetivos al mismo tiempo, es casi imposible que lo logres, es mejor priorizar y canalizar todas nuestras energías objetivo por objetivo, sino acabaras por abandonarlos todos.
No caigas en ponerte propósitos trillados, realmente piensa en tú que quieres, no siempre todos queremos las mismas cosas, ni tenemos las mismas metas.
Tampoco quieras cumplirlos rápidamente, recuerda que la vida es una carrera, pero que al final solo compites contra ti mismo.
Hay que recordar que no existen pasos pequeños, siempre y cuando no dejemos de avanzar, se trata de construir hábitos que se queden en nuestras vidas, para toda la vida.